Día 2 – Cesárea Marítima
Había en Cesárea un hombre llamado Cornelio, centurión de la cohorte llamada la Italiana, piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, que daba muchas limosnas al pueblo judío y oraba a Dios continuamente. Como a la hora novena del día, vio claramente en una visión a un ángel de Dios que entraba a donde él estaba y le decía: Cornelio. Mirándolo fijamente y atemorizado, Cornelio dijo: ¿Qué quieres, Señor? Y él le dijo: Tus oraciones y limosnas han ascendido como memorial delante de Dios. Despacha ahora algunos hombres a Jope, y manda traer a un hombre llamado Simón, que también se llama Pedro. Este se hospeda con un curtidor llamado Simón, cuya casa está junto al mar. Y después que el ángel que le hablaba se había ido, Cornelio llamó a dos de los criados y a un soldado piadoso de los que constantemente le servían, y después de explicarles todo, los envió a Jope.
El historiador Flavio Josefo escribe que en el lugar había un pequeño puerto fenicio, hasta que el Rey Herodes el Grande construyó la ciudad de Cesarea del 22 al 10 a. C. Llamada así en honor a su patrón político, el Cesar Octavio Augusto. La máxima obra de Herodes en Cesarea fue la construcción del gran puerto artificial. En el año 6 d. C. el hijo de Herodes, Arquelao, fue despojado del poder por los romanos y enviado al exilio en Galia, a partir de entonces gobernaron los procuradores romanos, asentados en Cesarea, entre ellos Poncio Pilatos.
Las batallas entre los habitantes judíos y paganos de Cesarea en el año 66 d. C., fueron uno de los detonantes de la Gran Rebelión de los judíos contra Roma. En el año 70 d. C., luego que los romanos aplastaran la rebelión y destruyeran Jerusalén, Cesarea pasó a ser la capital de la provincia. En el Siglo IV el Imperio Romano se convirtió al cristianismo (período bizantino), Cesarea también: los templos paganos fueron sustituidos por iglesias, cesaron las luchas de gladiadores en el anfiteatro, etc. Durante el período bizantino el obispado de Cesarea rivalizaba en su estatus político con el de Jerusalén. La ciudad continuó creciendo hasta alcanzar su máxima extensión.
Cesarea fue una de las ciudades que duró más tiempo como capital en Tierra Santa, perdió su posición luego de casi seis siglos, con la primera conquista árabe en el 640 d. C. Sin llegar a recuperar el esplendor ni la centralidad que tuvo en los tiempos romanos y bizantinos, Cesarea volvió a ser una ciudad importante tras ser conquistada por los cruzados en el año 1101. Pasó de manos entre cristianos y musulmanes un par de veces más, hasta que fue conquistada en el año 1265 por el Sultán mameluco Baibars. Temiendo que los cruzados pudieran volver a invadir por mar, Baibars destruyó hasta los cimientos las antiguas fortalezas cruzadas sobre la costa del Mediterráneo, entre ellas Cesarea. Desde entonces Cesarea permaneció en ruinas y despoblada por más de 600 años. En 1872 se estableció allí una aldea de musulmanes provenientes de Bosnia, que fue evacuada durante la Guerra de 1948.