En el año 813 se produce el descubrimiento de la tumba del apóstol Santiago.
A partir de ese momento,
El Camino de Santiago emerge como ruta de peregrinación más importante de la Europa medieval y uno de los hechos de mayor importancia para la historia de España. Esta ruta hacia el sepulcro del Apóstol ha sido surcada por millones de personas desde cualquier lugar del mundo a lo largo de este tiempo.
En la actualidad, durante el trayecto nos encontraremos a decenas de peregrinos que tienen diversos motivos para realizar el camino tales como promesas, peticiones, condenas, aventuras, ruegos, y esperanzas. Muchos de estos peregrinos quieren, con este recorrido, encontrarse consigo mismos. Un camino lleno de dificultades, como la vida misma, con llanos, valles y montañas. Una senda donde el esfuerzo hará que aumenten sus valores. Para ellos, el camino no es un fin sino un medio para llegar a la meta que les dará la felicidad que necesitan para volver a la rutina con el espíritu limpio y recargado.A pesar de ello, cada vez más encontramos motivos alternativos para todos los gustos. Por un reto personal o una promesa; por el turismo cultural y los paisajes del norte; para vivir una nueva aventura; encontrar gente, solo o acompañado, pasártelo bien y conocer diferentes culturas, e incluso algunos lo consideran un camino para ligar.
El deporte, es otro de los motivos. Un ejercicio a elegir según los kilómetros del camino seleccionado. Un desafío personal que empieza con la preparación antes de arrancar en el trayecto. Para quienes quieren ponerse en forma antes del verano, los que se preparan para correr una maratón o los que simplemente les gusta el senderismo.
En definitiva, el
Camino de Santiago es un lugar de encuentros y experiencia inolvidables, donde cada caminante recoge los valores importantes para uno mismo, donde se usan los cinco sentidos, donde sobresalen las emociones y satisfacciones…. Cada uno siente el camino a su manera, pero todos tienen algo en común, con cada paso se hacen mejores personas, con cada paso evolucionan.
Los peregrinos que deciden hacer en tierras españolas el Camino de Santiago hasta Compostela pueden elegir dos rutas a partir de los Pirineos:
ruta desde Somport (en la frontera de Francia con la provincia de Huesca) y ruta desde Roncesvalles, Navarra. Son dos caminos casi paralelos que van a encontrarse en Puente la Reina (Navarra). A partir de aquí, el camino será ya uno solo. (Aparte de la ruta costera, que también existe).
Desde la Edad Media hasta la época actual del siglo XXI estos encuentros han sido atractivos y en muchos casos el origen de una gran amistad. Desde la Edad Media se ha tenido por costumbre contarse los unos a los otros historias, experiencias propias, oraciones y leyendas, estas últimas apoyadas casi siempre en milagros realizados por el «señor Santiago», la Virgen u otros santos queridos y venerados en la Edad Media. Las leyendas relacionadas con el Camino de Santiago llegaron a ser muy populares entre los peregrinos y divulgadas oralmente, casi siempre en reuniones nocturnas de después de la cena, al amor de la lumbre en los días fríos o bajo las estrellas en el buen tiempo. Muchas de esas leyendas están recogidas en códices de los monasterios, en el Codex Calixtinus de Aymeric Picaud y en otros documentos.